Personas Tóxicas

Dr. Julen Alba.

A lo largo de nuestras vidas nos iremos encontrando a una larga lista de personas, algunas nos aportaran cosas y vivencias increíbles, y otras, lastraran nuestra existencia. En psicología existe lo que se denomina personalidades tóxicas, con una serie de características que veremos a continuación. No necesariamente nos encontraremos con alguien que las tienen todas, pero sí es importante, que si después de estar con una persona, sentimos como que nuestra energía esta al mínimo, o como si nuestro mana se hubiera agotado, prestemos especial atención a lo que os voy a escribir a continuación ya que podrá haceros ser más felices en vuestro día a día.

Así a groso modo hay varias características que tienen las personas tóxicas, comenzaremos diciendo que son personas egocéntricas. Hablan continuamente de sus circunstancias y problemas. Cuántas veces te ha pasado que quedas con un amigo o familiar para contarle un problema, y zas, te encuentras con que usa tu problema para compararlo con el suyo, y finalmente habláis de su parte. Otra característica que tienen, es que son personas muy pesimistas, ven solo lo negativo de las cosas, y hay que estar tirando de ellos como si de una carreta con piedras se tratase. También son personas que escurren el bulto, y proyectan su responsabilidad en ti, haciéndote creer que tu eres el problema. Si tenemos una alta autoestima, esto no nos afectará en absoluto, pero sí somos una persona débil, podemos sufrir mucho con esta faceta que posee este tipo de individuos. En este sentido, suelen también asumir el rol de víctimas, siempre les pasa todo lo malo, y se regocijan en esta actitud, ya que inconscientemente, o ya conscientemente (bastante macabro) demandan la atención de los demás. Son personas con una falta total de empatía, nunca verán lo que te pasa a ti, porque recuerda, ellos siempre tienen el problema más gordo. Son personas muy envidiosas, querrán lo que tienen los demás, pero en vez de luchas para conseguir sus metas, tratarán de destruirte para que no logres las tuyas, y así ellos sentirse mejor. Como se puede intuir, son personas profundamente infelices, ya que todas las emociones que les pululan por la cabeza son negativas (envidia, ira, frustración, victimismo, etc) y claro, una persona que llena su cabeza de sentimientos negativos, difícilmente será feliz. Tampoco se alegrarán nunca de los logros de los demás, nunca te felicitaran por tus éxitos ni te ayudarán en tus peores momentos. Son personas que carecen de un objetivo o meta vital, no crecen a nivel personal ni profesional y cuando se les insta a mejorar, aducen a un ente externo que les impide avanzar en sus logros. Por ello, son incapaces de salir de su zona de confort, nunca arriesgan por miedo a lo que pueda suceder, ya he hablado en otras ocasiones de los miedos, que son uno de los mayores lastres de la historia de la humanidad. No son personas autocríticas, carecen de humildad y nunca asumirán un error como propio, buscando constantemente chivos expiatorios. 

Juzgarán continuamente todo sin conocer, ya que su miedo a que se altere la situación les incapacita de asumir nuevas realidades. 


A un nivel más peligroso, son personas que difamaran mentiras y rumores sobre la persona que envidian, para dejarla mal frente a los demás. Además son grandes manipuladores, tratarán de chantajearnos, y si pueden, controlarnos para satisfacer sus necesidades.


Por esta razón, nos generan muchas emociones negativas, cuando tratamos con este tipo de personas, agotan nuestras energías y optimismo, nos sentimos controlados, sentimos una obligación de cuidarlos y protegerlos. Nos sentimos cohibidos, y promueven la culpa, la vergüenza y el temor. 


¿Cómo podemos poner remedio a esta situación?


Compartir la vida con una persona así, puede suponernos a largo plazo un gran sufrimiento, generando estrés, ansiedad, depresión, dañar nuestra autoestima, etc. Por eso lo más indicado es alejarse, es lo más efectivo, pero en muchas ocasiones no es fácil. Para lidiar con esta situación, tenemos que entender que no podemos cambiar el comportamiento del otro, pero sí podemos cambiar nuestra forma de actuar. Para ello, es muy útil identificar los rasgos tóxicos de la persona, para hacerles frente con mayor facilidad. Si contextualizamos sus comportamientos, nos daremos cuenta de que detrás hay una gran inmadurez emocional, que esconde grandes carencias. Si no puedes reducir el contacto, establece límites en la relación. También es importante desarrollar la asertividad, para hacer frente a sus comportamientos (ya hablaremos de la asertividad más adelante). Finalmente es muy útil aprender a desconectar cuando empiece a quejarse, encontrar fallos o consumir tu energía.


¿Y tú, tienes a alguna persona tóxica a tu lado? Lo más importante en esta vida es el autocuidado, protégete a ti mismo.


“Dejar ir a las personas que solo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente” Dalai Lama.



Dr. Julen Alba

Psicólogo General Sanitario

Colegiado BI04568




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